20J Todos los derechos para todas las personas

Hoy, Día Internacional de las Personas Refugiadas, constatamos que la salida de la pandemia es tan desigual como el mundo en el que vivimos. Una pandemia que además del sufrimiento por millones de muertes de seres humanos, ha empeorado las condiciones de vida de muchos millones más, a la vez que ha cerrado las fronteras de casi todo el planeta.  .

A día de hoy, más de 75 millones de seres humanos viven desplazados forzosamente de sus hogares, por causa de la guerra, por el hambre y la pobreza, por sus opiniones políticas o religiosas, por su género y orientación sexual, por los desastres ambientales. El 80% de estas personas se encuentra en países vecinos a los suyos, que tienen también graves problemas económicos y alimentarios. El 40% son niñas y niños.

La violencia, la inseguridad, la desigualdad, la emergencia climática, están en buena medida provocadas por las políticas de la zona enriquecida del planeta. Es pues inevitable que una pequeña parte de esas personas desplazadas intenten llegar a zonas del mundo como la Unión Europea (UE) en busca de un futuro mejor.

Frente a esa realidad, las políticas migratorias y fronterizas de la UE y de España son cada vez más represivas, negadoras de derechos, incumplidoras de las leyes internacionales y de sus propias leyes.

El peor ejemplo lo hemos visto en los últimos meses, en los que hemos sido testigos de cómo el Gobierno ha creado un nuevo Lesbos en las Islas Canarias, condenando a vivir en condiciones infrahumanas a miles de jóvenes recién llegados a las islas tras un peligroso viaje. La reapertura de la denominada vía Canaria es una consecuencia de la militarización y el aumento de controles en otras zonas del Mediterráneo, como el Mar de Alborán o el Estrecho. No debemos, ni queremos olvidar a los miles de personas que han muerto o han desaparecido en el intento de llegar.

No olvidamos lo que está pasando en Ceuta, donde hemos sido testigos de lo poco que importan las vidas para las políticas migratorias que impulsa el Gobierno español. No solo los puestos fronterizos están vedados a la posibilidad de solicitar protección internacional, sino que se ha llegado a devolver de forma ilegal a niños y adolescentes.

El gobierno ni siquiera asegura que se cumpla con los mínimos exigibles de acogida para las personas que consiguen llegar a solicitar asilo. No se asegura el cumplimiento en tiempo y forma de las citas para extranjería, ni la gestión y resolución de expedientes de tramitaciones iniciales, ni la apertura de plazas de acogida humanitaria y de asilo, ni la dignificación de los recursos ya existentes, entre otras.

Queremos también agradecer desde aquí hoy la vecindad solidaria de las personas migrantes que viven entre nosotras. En plena pandemia miles de esas personas llegadas desde otros países han sido trabajadoras esenciales, en muchos casos sin derecho alguno. Por eso también, exigimos que se reconozca su esfuerzo articulando una regularización extraordinaria, que reconozca todos los derechos a las personas migrantes, sin las cuales las consecuencias de la pandemia hubieran sido mucho peores.

Solo el reconocimiento de sus derechos puede cimentar un modelo que acabe con la explotación laboral de tantas personas migrantes. Temporeras y temporeros, personas – en su inmensa mayoría mujeres- dedicadas a los cuidados, riders, personal de limpieza y un sin número de actividades laborales fueron cubiertas por personas migrantes cuando la mayoría, seguíamos confinadas en nuestras casas. Solo el reconocimiento de sus derechos, acabará con la severa exclusión sanitaria que sufren las personas migrantes en situación irregular.

Por todo lo anterior y mucho más, exigimos:

  • Vías seguras para que los mares y los desiertos no sumen más muertes a la larga lista de nombres fallecidos en su intento de llegar a Europa.
  • Derogación de la Ley de Extranjería y un cambio radical en las políticas de acogida.
  • Normalización del sistema de citas, gestión y resolución de expedientes.
  • Apertura inmediata del proceso de regularización que de papeles y derechos a todas las personas migrantes en situación ilegal.
  • Acceso sin restricciones a la sanidad pública de todas las personas residentes en nuestro país. Asegurando su inmediata y total vacunación.

 

TODOS LOS DERECHOS PARA TODAS LAS PERSONAS

NINGÚN SER HUMANO ES ILEGAL

PASAJE SEGURO YA

 

 

 

 

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